Todo lo que tienes que saber sobre el UPS
Un sistema de alimentación ininterrumpida (UPS) es un tipo de dispositivo que alimenta los equipos, casi instantáneamente. Esto sucede en caso de fallo de la red eléctrica, protegiéndolos de posibles daños.
Los sistemas UPS varían significativamente en su diseño y funcionalidad, lo que afecta a la cantidad de tiempo que pueden alimentar los equipos, su capacidad para mejorar la calidad de la energía y su coste.
Los servidores de datos, los sistemas informáticos, los entornos industriales y los laboratorios suelen utilizar sistemas, también conocidos como SAI.
Dado que los UPS protegen los equipos, son adecuados para cualquier situación en la que las cargas eléctricas puedan ser sensibles a la pérdida de potencia u otros problemas de calidad de la energía.
Por ejemplo, los sistemas UPS se utilizan habitualmente para ordenadores y servidores. Esto sucede porque la pérdida de alimentación de estas cargas puede provocar la pérdida de datos o daños en los componentes.
Los sistemas SAI tienen dos objetivos principales
Proporcionan energía de reserva lo más rápidamente posible en caso de pérdida de suministro y ofrecen cierto grado de protección frente a los problemas de calidad de la energía que pueden dañar los equipos.
Los sistemas UPS cumplen estos objetivos en distintos grados en función de su diseño y características, que en última instancia afectan a sus costes.
Tipos de sistemas de alimentación ininterrumpida
Los sistemas UPS ofrecen una solución completa y modular para proteger los equipos sensibles de los problemas de suministro eléctrico. En función de los problemas de calidad de la alimentación que deban resolverse, se utilizan tres tipos de sistemas:
- SAI de doble conversión o en línea.
- De reserva o fuera de línea.
- SAI interactivo.
Problemas de calidad de la alimentación
La calidad de la energía se refiere a la adecuación de una fuente de alimentación en términos de características de tensión, frecuencia y forma de onda.
Los equipos eléctricos están diseñados para utilizar energía eléctrica con determinadas características, como 12 ó 24 voltios o, cuando están diseñados para corriente alterna (AC), 50 ó 60 hercios (Hz) de frecuencia.
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