Aspectos interesantes de un regulador de voltaje
La confiabilidad operativa de las aplicaciones industriales depende en gran medida de la estabilidad del voltaje de entrada. En este sentido, significa elegir el regulador de voltaje automático de AC adecuado para su sistema. Con diferentes tipos de reguladores de voltaje AC en el mercado, ¿cuál es el mejor en términos de rentabilidad, confiabilidad y funcionalidad?
¿Qué es un regulador de voltaje automático de AC?
Un regulador de voltaje automático de AC, o AVR de AC, está diseñado para garantizar que el voltaje de salida se mantenga constantemente en un nivel predeterminado, independientemente de las fluctuaciones que puedan ocurrir en el voltaje de entrada.
El regulador de voltaje automático está construido con componentes de control que detectan cambios en el voltaje de salida y compensan la diferencia en consecuencia. Como resultado, los sistemas conectados reciben un voltaje constante y estable en todo momento.
¿Por qué necesita un regulador de voltaje automático de AC?
A diferencia de la descripción teórica, el voltaje entrante para aplicaciones de la vida real está sujeto a fluctuaciones. Esto puede causar que el voltaje baje, aumente o parpadee, lo que resulta en una desviación del voltaje nominal del equipo conectado.
Algunos equipos pueden tener una mayor tolerancia frente a las diferencias de voltaje, pero otros pueden no funcionar bien incluso con una ligera desviación del valor nominal. Por ejemplo, un motor de AC trifásico es más tolerante a las diferencias de voltaje en comparación con su homólogo monofásico.
Incluso si los motores de AC pudieran funcionar de manera confiable con caídas de voltaje ocasionales, es posible que los respectivos módulos de control de DC no lo hagan.
Los componentes de DC, como los actuadores, los relés y los circuitos integrados lógicos, son muy sensibles a los niveles de voltaje inestables.
Un parpadeo en la red de AC puede afectar el voltaje de DC regulado que se suministra a los componentes de control electrónico.
Este dispositivo es de gran ayuda, ¡créanos!
Sin un regulador de voltaje automático está arriesgando todo el sistema ante incertidumbres de picos, caídas y fluctuaciones de voltaje.
Algunas instalaciones también pueden experimentar una caída de voltaje sustancial debido a la impedancia del cableado. Esto podría provocar interrupciones en el funcionamiento, una vida útil más corta de los componentes o, en escenarios menos críticos, un rendimiento no óptimo.
La regulación de voltaje ahorra a las empresas repercusiones costosas, como pérdidas de producción, rechazos, entregas retrasadas y otros problemas indirectos. Instalar un regulador de voltaje automático de AC es la única opción sensata.
