Tecnología

Cat Quest, ¿vale la pena jugarlo?

Si quieres experimentar con un videojuego que no sea tan popular, te traemos esta opción que puede interesarte, sobre todo si te gustan los juegos de rol de acción (RPG).

Son muchos los títulos que van llegando al mercado desde hace unos años con la etiqueta de RPG y, actualmente, a casi todo le colocamos la etiqueta de rol sin pudor alguno.

Pero Cat Quest a la vez que es un juego de rol de acción (ARPG), hace una parodia de todo el rol que llevamos recibiendo durante años. Cat Quest no tiene reparo ninguno en enmarcarse dentro de un género de forma muy clara, tomar las raíces del ARPG para fundamentar todos sus pilares jugables e, inmediatamente, reírse del propio género parodiando muchos de sus clichés a nivel jugable y argumental.

Desde el punto de vista de la jugbilidad, Cat Quest desnuda por completo el ARPG, ofreciendo una experiencia mucho más simple, que únicamente saque a relucir las raíces de este género. En Cat Quest nos ponemos en la piel de un pequeño gato con el que tendremos que ir avanzando por el mundo. 

¿Cómo se juega Cat Quest?

Básicamente, el título consiste en pelear contra monstruos, de una forma o de otra, en un lugar o en otro, pero lo importante es acabar con todos los bichos que se nos crucen.

El sistema de combate está reducido al mínimo, contando únicamente con un ataque, un roll para esquivar y un conjunto de magias que usar. Todo funciona de forma realmente intuitiva y visual, los enemigos marcan cuándo van a realizar un ataque y el rango del mismo de forma clara, permitiéndonos utilizar el roll para escapar sin necesidad de preocuparnos por aprendernos los patrones de ataques de ningún enemigo.

A medida que avanzamos en el juego tenemos la ocasión de ir cambiando nuestro equipamiento, mejorando nuestras armas y armaduras y adquiriendo nuevos poderes. Sin embargo, como en todo el juego, Cat Quest tampoco ofrece demasiada profundidad aquí, y lo reduce todo a daño y resistencia física o mágica. Esto es todo lo que debemos tener en cuenta, tanto para equiparnos como para atacar a los diferentes enemigos.

Y lo cierto es que, aunque todo pueda parecer excesivamente simple, consigue resultar gratificante y divertido desde el primer minuto. No necesitamos horas para aprender a hacer nada, y el juego avanza con mucho ritmo desde que arrancamos nuestra partida. No hay escenas que nos corten y casi siempre tendremos cerca algún bicho al que hacer pedazos.

A nivel visual, Cat Quest apuesta también por la simplicidad, haciendo que nos movamos por un mapeado bidimensional que, no por ser simple, deja de ser bonito.

Artísticamente el juego luce estupendamente, contando con entornos coloridos, personajes de aspecto adorable y un protagonista que, con sus diferentes vestimentas, acaba pareciéndose a un gato de peluche (pero uno dispuesto a matar dragones y abominaciones para salvar el mundo).

La banda sonora del juego está ahí para acompañar este aspecto visual como de cuento infantil y, lo cierto es que consigue tenernos tarareando antes de que nos demos cuenta.

Este juego ha llamado tanto la atención que muchos jugadores han pedido a los desarrolladores que se incluya en otros dispositivos como la consola xbox. Sin duda es un juego que por su simplicidad, cautiva.