coles de bruselas con ajo
Cocina

Los beneficios de las coles de bruselas

Las coles de Bruselas llevan el nombre de la historia del cultivo de verduras en Bélgica. Parte de la familia de las verduras crucíferas, los primos de los brotes incluyen la coliflor, la col rizada, el brócoli, el repollo, la col rizada y el bok choy.

Bajas en calorías, a menos de 40 por taza, las coles de Bruselas también son bajas en carbohidratos, con solo 8 gramos por taza crudas, incluidos 3 gramos como fibra. Y son potencias nutricionales que brindan una variedad de vitaminas, minerales, antioxidantes y un poco de proteína vegetal adicional. Aquí hay algunas razones más para incorporarlas a tu dieta diaria.

Son ricas en antioxidantes

Son potencias antioxidantes. Un estudio encontró que cuando los voluntarios comían alrededor de dos tazas de esta verdura por día, el daño a nivel celular se redujo en casi un 30%.

Son altos en fibra

La fibra en las coles ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, apoya la salud digestiva y ayuda a alimentar las bacterias intestinales beneficiosas relacionadas con el estado de ánimo positivo, la inmunidad y la antiinflamación.

coles de bruselas cocidas

Contienen un golpe de vitamina C.

Si estas buscando que disfrutar a la hora del brunch puedes intentar con un platillo que incluya esta verdura. Una taza de coles de Bruselas cocidas contiene más del 150 % del objetivo mínimo diario de vitamina C. Este importante nutriente actúa como antioxidante, apoya la inmunidad, la visión y la absorción de hierro, y es necesario para la producción de colágeno. 

Están cargadas de vitamina K

Por taza contienen más del 250 % del objetivo diario recomendado de vitamina K. Además de ayudar a coagular la sangre, este nutriente desempeña un papel en la salud ósea y puede ayudar a proteger contra la pérdida ósea.

Pueden reducir la inflamación

El poder antiinflamatorio de las coles de Bruselas está vinculado a un menor riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas y el cáncer. Sus compuestos antiinflamatorios, que protegen a las células del daño del ADN.

También evitan el envejecimiento y pueden ayudar a controlar las afecciones inflamatorias, como la diabetes tipo 2, la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal y la obesidad. En un estudio, las mujeres que consumían más vegetales crucíferos tenían niveles más bajos de ciertos factores de inflamación en la sangre y la orina.